La tecnología de este modelo de tarima exterior es del tipo composite, integra un 70% de madera y otro 30% de pvc.
Recientemente han salido al mercado una línea de productos para aplicar en este tipo de tarimas, en su mayoría son líquidos de base acuosa cuya función es la protección de manchas agresivas. Además, estos productos de impermeabilización para suelos compuestos crean una capa que puede alargar la vida útil del pavimento hasta 25 años.
Para la instalación de la tarima exterior sobre rastreles, son validos los rastreles de pino tratado en autoclave R4 o los Composite macizo del mismo material que las tarimas.
Existen instaladores que los prefieren en PVC para las zonas húmedas y de costa sobre todo.
En climas secos como en Madrid y alrededores, los rastreles de pino son óptimos y el precio por metro cuadrado en el total de materiales resulta más económico
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